Apratizando

Uno de los temas a tener en cuenta en la fotografía macro es que, a pesar de lo “reducido” del tema, el apartado complementos es de lo más amplio.

A parte de los ya vistos como tubos de extensión o lentes de aproximación:

Trípode: es un poco básico, pero, por si acaso, lo comento. Para la fotografía macro es casi imprescindible tener un trípode, un buen trípode (ya hablaré de esto en otra entrada, se lo merece).

Mini trípode: puede ser útil para colocar flashes secundarios o colocar la cámara a ras de suelo.

Plato micrómetro: imprescindible sobre todo cuando hacemos 1:1 o mayores. Nos permite hace enfoques finos sin necesidad de mover todo el conjunto. Lo óptimo sería poder tener dos y ponerlos en forma de cruz. De esa manera minimizamos la necesidad de mover el conjunto.

Pinzas: siempre útiles para sujetar al sujeto, material o apartar ramas del encuadre en caso de estar en el campo.

Brazos flexibles: para sujetar las pinzas. Suele se cómodo que tengan una abrazadera para ponerlos en alguna pata del trípode.

Reflectores: Sirven para reflejar la luz. Para mi los mejores son los 5 en 1, con 3 superficies reflectantes, una negra y un difusor.

Cajas de luz: son cajas que tamizan al luz, muy útiles para macro interior. Justo la que he usado para estas fotos.

Soportes articulados: se pone la cámara en el centro y en uno de los brazos el flash. En el otro brazo se puede colocar otro flash, un reflector o simplemente quitarlo. Muy útil a la hora de perseguir insectos.

Rotulas: hay diversidad de rótulas en el mercado. La más habitual la de bola, pero no la recomiendo para macro. Mucho mejor una de tres ejes y, si la economía lo permite, una rótula micrométrica que nos permitirá realizar mejores ajustes.

Cable disparador: o directamente un disparador remoto, nos permite disparar la cámara si causar vibraciones por tocarla.

Visor en ángulo: útil si tenemos una cámara antigua sin vista previa, nos ayudará enormemente a la hora de encuadrar. Se coloca en vez del visor que trae la cámara.

Pulverizador de agua: y cuanto más la pulverice mejor. Muy útil para simular rocío.

Cortavientos para el sujeto: solamente necesario en el campo dado el poco peso de los sujetos a fotografiar. Puede ser desde la mochila, el abrigo sujeto en el trípode a algo más sofisticado como una mini tienda de campaña o una caja de luz con tres de los lados cortados.

Cable de flash: no siempre querremos disparar el flash desde la zapata de la cámara, gracias a este cable podremos separarlo tanto como largo sea el cable.

Disparadores remotos: principalmente para los flashes, aunque muchos de estos también sirven para disparar la cámara en remoto. Suelen ser muy útiles cuando no tenemos visión directa con el flash para dispararlo por infrarrojos (muchos flashes traen la opción de disparo por infrarrojos o por simpatía) o cuando es la luz ambiental la que se  “come” las señales desde la cámara al flash.

Disparador infrarrojos: o barrera infrarroja, muy usada en fotografía de naturaleza. Principalmente con animales esquivos o cuando se necesita una precisión muy alta. Se coloca el haz infrarrojo en el punto donde debe estar el animal para la fotografía y cuando este pase, al cortar el haz de luz, cierra el circuito y dispara la cámara y los flashes.

Filtros de colores: principalmente con motivos creativos, se colocan delante de la antorcha.

Modificadores de la luz: ya sea mini ventanas, snoots o panales de abeja, nos ayudan a cambiar las propiedades de la luz del flash.

Fondos: no siempre es posible tener el fondo que queremos para el motivo a fotografiar, en ese casi podemos tener a mano varias fotografías reparadas que nos hagan de fondos para el sujeto.