Este bonito paisaje lo he mostrado a varias personas y todos me han contestado lo mismo: bonito lago. Los que me conocen y saben por donde suelo salir, incluso se han dejado las neuronas intentando averiguar que lago en la zona de Guadarrama podría ser.
La verdad es que he tenido el cuidado de mostrárselo a gente que sabía que no conocen el lugar. A continuación he mostrado esta otra foto:
Una desembocadura me han contestado.
Lo divertido es cuando les he mostrado la tercera foto:
Como veis, cada foto está tomada desde un lugar distinto. No hay cortes como en la foto del prisionero donde, por un lado le ayudan y por el otro le amenazan. Tampoco está editada para agregar o eliminar nada. Lo que veis es lo que hay en la realidad. Otro claro ejemplo de que una foto, incluso mostrando todo (la primera no tiene cortes malintencionados), puede mentir o llevar a engaño. En este ejemplo, cambiando el punto desde donde se toma, puedes dar a entender que son lugares diferentes, cuando realmente es el mismo lugar.
Una foto muestra lo que el fotógrafo quiere mostrar, ni más, ni menos (bueno, algunas veces más).
Si, lo se, hay millones de ejemplos en la red, pero sigo encontrándome gente que se deja engañar con una foto si se demuestra que no está ni editada ni cortada. Anda que no hay ejemplos en los que se juega con la perspectiva para cambiar el tamaño de las cosas.
Como extra: la primera foto parece un lago, con el extremo cerrado. Realmente eso era lo que se veía al andar por esa zona. En este caso está muy claro, si estás en ese lugar (desembocadura del río Miño), que tienes el océano, pero hay muchas otras situaciones, sobre todo en montaña, que un camino aparentemente sencillo puede llevarte a una ratonera, u obligarte a retroceder o dar grandes rodeos. Conocer la zona y llevar la cartografía apropiada siempre es útil.
Comments